Hola, me llamo Rosa Emma Aguadé Lameira, vivo en Burriana (Castellón), me conocen más por Rosa, (Rosa Emma queda más para mi entorno familiar). Desde pequeña he disfrutado del deporte y ya de mayor pensaba que con eso ya tenia una vida sana. ¡Qué equivocada estaba!
Mi historia
¿Cómo empecé en la dietética? Tengo dos vías, una inconsciente y otra consciente. La inconsciente viene de las experiencias vividas al lado de mi madre (mujer polifacética y gran cocinera), en aquellos larguísimos veranos en Rubielos de Mora, donde pasábamos largas horas en un huerto que a ella le apasionaba cuidar y comíamos directamente de la mata los tomates, pepinos, etc., que ella cultivaba. Las meriendas del verano eran a base de batidos de banana y bizcochos también de plátanos maduros. ¿Y en mi etapa escolar? mis libros y libretas siempre tenían alguna mancha de aceite, porque mis bocadillos eran de tomate y lechuga, mientras los de mis compañeros eran de fiambre o Nocilla (nada sanos). Ya de mayor y mirando al pasado veo la gran influencia que ha dejado en mí el estilo de vida y alimentación que nos daba mi madre.
Y la parte consciente es cuando nacieron mis hijos, fue cuando empecé a darme cuenta de lo importante que es llevar una buena alimentación desde pequeños y tenia en mis manos su futuro, no solo se reducía a darles unos valores y educación, sino que también consistía en darles unos correctos hábitos alimenticios, para que el día de mañana disfrutaran de la comida, crecieran sanos y apreciaran todos los alimentos.
Cuando tuve oportunidad, saqué tiempo y me puse a estudiar, ahora soy técnico superior en dietética, con nº de colegiado 2099.
También tengo el curso de nutrición deportiva, ya que a todos en casa nos apasiona hacer deporte y es bien sabido que para obtener resultados en la práctica deportiva, el 60-70% viene de una correcta alimentación.
Desde que me dedico a esta profesión, mi gran satisfacción es poder ayudar a otras personas, que no se encuentran bien consigo mismas y hacer de ellas personas más felices y sanas.
Por otro lado, no me gusta hablar de “hacer dieta”, ya que lleva implícito la idea de sufrir y pasar hambre, soy más partidaria de hablar de cambios en la alimentación y de un estilo de vida saludable.